2 días en Sevilla

Descubre los encantos de la tierra de Bécquer y Machado: Sevilla. Ofrecemos un recorrido de 48 horas para perderse entre sus calles, sucumbir a su cocina y conocer su cultura y sus gentes.

Dicen que Sevilla es la única ciudad interior con puerto. También, la cuarta más poblada de España y su casco antiguo, el más extenso del país y el sexto más grande de Europa. Entre sus calles pasea el río Guadalquivir, por el que se puede navegar para admirar la belleza de su paisaje urbano.

Por su historia han transitado cartagineses, griegos, romanos y musulmanes, pueblos que han impreso su legado en recetarios y en parte de la arquitectura de la ciudad. Sevilla gozó de un pasado glorioso, convertida en sede de aristócratas y reyes, centro económico y cultural. Hoy en día, es una de las ciudades con más monumentos de Europa.

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Tazón con gazpacho y trozos de verduras © Miguel Perfectti/iStock

Tazón con gazpacho y trozos de verduras © Miguel Perfectti/iStock

Fogones y pucheros

En sus mesas, el tapeo y la fritura son un arte, con lo que será inevitable no rendirse a ellos. Entre los platos tradicionales, hallamos el salmorejo o el conocidísimo gazpacho, una sopa fría con base de tomate, en la que también juegan un papel importante otros ingredientes como el pepino, el pimiento y la cebolla.

Otras recetas son el cazón frito y adobado en vinagre y especias; los garbanzos con espinacas, el bacalao con tomate, los huevos a la flamenca o guisos como la ternera mechada y el cocido sevillano. El pescaíto y los soldaditos de Pavía son icónicos dentro de la técnica de la fritura, así que añadidlos a la lista de los obligatorios.

Si decidís ir de tapas, encontraréis algunos de los platos tradicionales en formato pequeño, pero también otros como los caracoles, la tortilla de patatas, el serranito (un mollete de pan con carne a la plancha, jamón, tomate, pimiento y una salsa) o la pringá (en el que se aprovecha el resto de cocido, se tritura y se sazona para comerse con pan). Gran parte de estas recetas son fruto de un pasado donde el ingenio sostenía una economía escasa, con lo que son sencillos, pero sabrosos.

Para rematar el bocado, un dulce. Churros, tortas de aceite, yemas de San Leandro, pestiños, mantecados y polvorones. Estos dos últimos, con certificado de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Los vinos no son, quizás, lo más conocido de estas tierras, pero acogen una denominación de origen, Vinos de Lebrija, y dos IGP, Los Palacios y Sierra del Norte de Sevilla.

Y si nos permitís dos recomendaciones, evitad los meses de más calor del verano para visitar la ciudad. Por otra parte, si escogéis la Semana Santa y la Feria de Abril, reservad con bastante antelación hoteles y restaurantes.

Dicho esto, empezamos nuestra ruta.

Día 1

Comenzaremos por el registro en nuestro hotel, donde dejaremos las maletas y nos dispondremos a recorrer las calles de la ciudad, mapa en mano. Moverse a pie es una opción, pero dependiendo de la distancia no nos quedará más remedio que coger un taxi o cualquiera de los transportes públicos que ofrece Sevilla: metro, bus, tranvía o los Cercanías de Renfe.

La capital andaluza goza de alojamientos excepcionales, como el Hotel Mercer Sevilla, el Hotel Vincci Selección Unuk GL, ambos con una Llave MICHELIN, y el H10 Casa de la Plata, situado en pleno casco antiguo, en una calle peatonal. Este último destaca, además, por su política de respeto medioambiental. Entre sus iniciativas se encuentran: la utilización de energía renovable; el uso de iluminación, calefacción y refrigeración de bajo consumo; la reducción del uso de plásticos y el desperdicio alimentario y la compra de alimentos y otros productos a proveedores locales.

En común, los tres hoteles cuentan con piscina y terraza, con vistas para refrescarnos o relajarnos tras un día de turismo.

Estableceremos nuestro centro de operaciones en el Hotel Mercer Sevilla. Se sitúa en la antigua Casa Palacio Castelar, un palacete de finales del s. XIX, ubicado en el corazón del centro histórico, en El Arenal, cerca de la Plaza Nueva y junto a la plaza de toros de la Real Maestranza. Las instalaciones destacan por su diseño, su comodidad y sus lujosos detalles. Cuentan con un pequeño restaurante, dos bares para tomar una copa tranquila, servicio de picoteo y bebidas en la terraza de la azotea, tanto de día como de noche.

Vista de la piscina y la terraza del Hotel Mercer Sevilla © Hotel Mercer Sevilla

Vista de la piscina y la terraza del Hotel Mercer Sevilla © Hotel Mercer Sevilla

Mañana

Antes de iniciar la marcha, podemos coger fuerzas desayunando en alguno de los cafés próximos a nuestro alojamiento. Escogemos Paradas 7, a pocos minutos del hotel. Trabajan con productos locales –algunos, como los tés e infusiones, son ecológicos y de comercio justo– y en su carta se ofrecen desde tostadas hasta bagels, que pueden acompañarse, además de con café y tés, con kombuchas, zumos y smoothies.

Cerca del hotel se encuentran algunos de los monumentos más representativos de Sevilla, con lo que podremos realizar nuestro recorrido a pie. A cinco minutos encontramos, por ejemplo, la Catedral y la Giralda, el Real Alcázar y el Archivo General de Indias, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987 por su valor universal excepcional. La visita al conjunto monumental nos ocupará gran parte de la mañana, sino toda.

La Catedral es el edificio gótico más grande de Europa y su torre campanario, la Giralda, es todo un ejemplo de arquitectura almohade e influyó en la construcción de otras edificaciones similares en España y América; el Archivo de Indias guarda el recuerdo de su pasado como puerta del comercio con las Indias y el Real Alcázar de Sevilla es un conjunto de palaciegos impresionante con vestigios de arte mudéjar, renacentista y barroco. No creemos que se necesiten más argumentos para visitar este enclave, pero os damos uno más: la serie Juego de Tronos recreó el reino de Dorne en el Real Alcázar de Sevilla.

Antes de adentraros en las salas, pasillos, patios y jardines de este conjunto medieval, un consejo: llevar zapatos cómodos.

Vista de uno de los patios del Alcázar de Sevilla © tupungato/iStock

Vista de uno de los patios del Alcázar de Sevilla © tupungato/iStock

Comida

El paseo nos ha abierto el apetito. ¿Qué tal rendirse a la fritura sevillana? En Tradevo Centro utilizan harinas ecológicas y aceite de oliva, además de ofrecer en su expositor pescado y marisco fresco que suele venderse al peso. El concurrido local se ubica en el centro histórico y cuenta con una cocina de base tradicional con un toque contemporáneo.

Una segunda opción, si apetece ir de tapas, es La Barra de Cañabota, el hermano informal de Cañabota, reconocido con una Estrella MICHELIN. La carta es más sencilla que su casa madre, pero la calidad del producto es la misma.

Pescaíto de Tradevo Centro © josemaria casco/Tradevo Centro

Pescaíto de Tradevo Centro © josemaria casco/Tradevo Centro

Tarde

Tras la comida, caminaremos por los Jardines de Murillo. Es una zona verde, junto al barrio Santa Cruz, anexa al paseo de Catalina de Ribera, ambos catalogados como Bien de Interés Cultural en 2002. El recorrido relajante, el descanso en uno de sus bancos a la sombra de los árboles y el canturreo de los pájaros nos servirán para distender un primer día intenso.

A la vuelta, ya en el hotel y antes de cenar, podemos disfrutar de un baño refrescante en su piscina, acompañados de un cóctel y vistas a la ciudad.

Naranjos en los Jardines de Murillo © fotoVoyager/iStock

Naranjos en los Jardines de Murillo © fotoVoyager/iStock

Noche

Hemos reservado en Abantal para cenar. Este elegante local, galardonado con una Estrella MICHELIN y a cargo del chef Julio Fernández Quintero, define su cocina como “una propuesta a la vanguardia que aspira a encerrar el alma del lugar en el que se encuentra. Conocer de dónde vienes para comprender hacia dónde vas”. El recetario se cimenta sobre la tradición andaluza, los productos locales y la estacionalidad, pero desde una perspectiva creativa. Un concepto que puede degustarse en primera persona si reservamos la mesa del chef.

Tras la cena, un paseo hasta el hotel. Y si nos apetece, una copa para cerrar el día en uno de los bares del Mercer Sevilla.

Día 2: Torre del Oro, Paseo de Colón y el Guadalquivir

Mañana

Salimos del hotel tras desayunar en uno de sus comedores. Como hemos mencionado, una de las ventajas del Hotel Mercer Sevilla es su cercanía con los monumentos más representativos de la ciudad. Las primeras horas de nuestro segundo día los dedicaremos a recorrer el Paseo Colón y visitar la Torre del Oro y la Maestranza, situados a diez minutos andando de nuestro alojamiento.

En el inicio del Paseo Colón, se encuentra el puente de Triana (formalmente, puente de Isabel II), que une este famoso barrio con el centro de la ciudad. Si nos apetece, podemos alargar nuestro recorrido, callejeando por él. Una opción interesante es disfrutar de este paseo navegando por el Guadalquivir. El crucero fluvial suele durar, aproximadamente, una hora. En esta zona, encontraréis varias terrazas para tomar algo y hacer una parada técnica a media mañana, además del Hospital de la Santa Caridad, una joya del barroco.

Puente de Triana © MEDITERRANEAN/iStock

Puente de Triana © MEDITERRANEAN/iStock

Comida

Una vez finalizado nuestro itinerario, pasearemos hasta la plaza San Sebastián, donde nos esperan en el restaurante Ispal, en el que comeremos. Su nombre, el original de la ciudad sevillana, es toda una declaración de intenciones, ya que su propuesta culinaria asegura “un recorrido gastronómico por los pueblos de la provincia de Sevilla a través de sus sabores”. Ofrece dos menús degustación con posibilidad de añadir maridaje. El restaurante, a cargo de Jorge Manfredi, cuenta con la recomendación de la Guía MICHELIN.

Uno de los platos de Ispal © M. Manosalbas/Ispal

Uno de los platos de Ispal © M. Manosalbas/Ispal

Tarde

Es nuestro segundo día en Sevilla y todavía nos quedan muchas cosas por ver y hacer. Una que no queremos perdernos es la plaza de España, a unos nueve minutos de donde estamos. Es indispensable. Al lado se halla el parque de María Luisa, uno de los pulmones verdes de la ciudad y su primer parque urbano. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983. Aprovechando la proximidad, podemos acercarnos al Palacio de San Telmo.

Si nos quedan fuerzas, nos trasladaremos al barrio de San Salvador, donde se encuentra la iglesia Colegial del Divino Salvador, la segunda más importante de Sevilla; las pérgolas conocidas como ‘setas’ en la plaza de la Encarnación, la Casa de Pilatos o el palacio de Lebrija.

La zona más comercial se encuentra cerca de la Catedral, así que, si preferimos hacer algunas compras a modo de souvenir, este será nuestro destino.

Sevilla es una ciudad para pasear, repleta de jardines, parques, plazas, iglesias y monumentos históricos. Sus barrios son el testimonio más directo de su ambiente, del carácter abierto de su gente, del trasiego diario. Caminar por ellos y perderse entre sus calles es ideal para dejarnos embriagar por su perfume de azahar y naranjo, su alegría, su belleza y saber popular. No temamos descubrirla sin un rumbo fijo.

Perspectiva de la Plaza de España © H oria Merla/iStock

Perspectiva de la Plaza de España © H oria Merla/iStock

Noche

Tras nuestro intenso día, una buena cena. En nuestra última noche, pararemos en el Bib Gourmand Sobretablas. Se ubica en el barrio de El Porvenir, en una zona residencial muy tranquila, próxima al parque de María Luisa y de la plaza de España. El local está a cargo de Camila Ferraro (cocina) y Robert Tetas (sala), pareja que se conoció trabajando en El Celler de Can Roca. Su cocina apuesta por elaboraciones cimentadas en la tradición, pero con esa nota vanguardista, tanto en técnica como en producto, que la distingue del resto.

Otra opción interesante en la ciudad es Manzil, cuyo chef Juan Andrés Morilla representó a España en el Bocuse d’Or. Y, aunque lo mejor cuando uno visita un destino es quedarse con lo autóctono y local, si quieren hacer una escapada a otros territorios culinarios sin salir de Sevilla, aquí encontraremos Basque Eneko, el reducto del famoso chef de Azurmendi en Andalucía.

Uno de los platos del restaurante Sobretablas © Jose Maria Casco/Sobretablas

Uno de los platos del restaurante Sobretablas © Jose Maria Casco/Sobretablas

Direcciones
Hotel Mercer Sevilla. Castelar, 26 41001 Sevilla. Tel. : +34 954 223 004
Paradas 7. Marqués de Paradas, 7 41001 Sevilla. Tel.: 954 019 757
Abantal. Alcalde José de la Bandera, 7-9, 41003 Sevilla. Tel.: 954 540 000
Tradevo Centro. Cuesta del Rosario, 15, 41004 Sevilla. Tel.: 955 270 075
La Barra de Cañabota. Orfila 1, 41003 Sevilla. Tel.: 954 870 298
Cañabota. Orfila 5, 4003 Sevilla. Tel.: 954 913 432
Ispal. Plaza de San Sebastián 1, 41004 Sevilla. Tel.: 955 547 127
Sobretablas. Colombia 7, 41013 Sevilla. Tel.: 955 546 451
Manzil. Alfonso XII, 13, 41001 Sevilla. Tel.: 854 745 906
Basque Eneko. Plaza de la Magdalena 1, 41001 Sevilla. Tel.: 955 121 033

ARTÍCULO PUBLICADO EN EL MAGAZINE DE LA GUIA MICHELIN.