Barcelona en verano: 10 ideas para disfrutar de la ciudad

La estación estival es una de las mejores épocas para aprovechar todo lo que ofrece Barcelona. Descubre nuestras propuestas para no perderte nada.

Decía el novelista y periodista Colm Tóibín que el único periodo de su vida en el que no escribió todos los días fue en Barcelona, donde la vida “era demasiado emocionante para escribir”. Y no es para menos, la Ciudad Condal alberga un cartel de actividades multidisciplinares difícil de encontrar en otro lugar. Entre sus calles lucen hasta nueve edificios Patrimonio de la Humanidad; decenas de planes culturales; espacios verdes para pasear, mar, tiendas de lujo, casi cuarenta mercados municipales de producto fresco y, cómo no, hoteles y restaurantes reconocidos por la Guía MICHELIN.

Es fácil perderse entre todas las opciones, así que, para simplificar nuestra estancia, os damos algunas pistas para moverse con destreza este verano.

1. Visitas emblemáticas

Para presumir de conocer Barcelona es imprescindible recorrer la Basílica de la Sagrada Familia, pasear por Les Rambles, caminar por Passeig de Gràcia o entrar en la Catedral. Lo más recomendable es empezar por la basílica –mejor reservar las entradas con antelación e ir a primera hora para evitar aglomeraciones– y luego trasladarnos hasta el Passeig de Gràcia. Pasaremos por el cruce con la avenida Diagonal y bajaremos hasta Plaça Catalunya. En este agradable recorrido, son obligadas dos paradas técnicas: La Pedrera y Casa Batlló, ambos edificios de Antoni Gaudí.

Vista de la Basílica de la Sagrada Familia © Eloi_Omella/iStock

Vista de la Basílica de la Sagrada Familia © Eloi_Omella/iStock

Si necesitamos reponer fuerzas, no tendremos ni que salir del propio Passeig de Gràcia ya que existen dos opciones magníficas para una primera toma de contacto con la gastronomía de la ciudad. Una de ellas es el Monument Hotel, galardonado con una Llave MICHELIN. El edificio engloba el estupendo restaurante con Estrella MICHELIN Oria, liderado por el chef Xabi Goikoetxea, y el famoso tres Estrellas, Lasarte, a cargo de Paolo Casagrande. La oferta culinaria del hotel está bajo el paraguas del laureadísimo Martín Berasategui. Una segunda opción es el Mandarin Oriental Barcelona, con dos Llaves MICHELIN y una majestuosa entrada. Cuenta con el restaurante Moments, con dos Estrellas MICHELIN, a cargo de Raül Balam.

Tras la comida, aprovechando el buen tiempo veraniego, seguiremos desde Plaça Catalunya hasta el final de Les Rambles. Durante el paseo, veremos la fuente Canaletas (donde los aficionados al Barça de fútbol celebran las victorias del equipo), el Gran Teatre del Liceu, la estatua de Colón y el Palau Güell. Finalmente, nos perderemos por las callejuelas del Barrio Gótico para acabar en la Catedral de Barcelona.

2. El terraceo

Si hay algo que se ha puesto de moda en la ciudad durante el estío es el terraceo. Los rooftops de los hoteles, cada vez con una mejor oferta de cócteles y picoteo, son los lugares más habituales entre foráneos y autóctonos.

Picoteo en la terraza del Pulitzer © Hotel Pulitzer Barcelona

Picoteo en la terraza del Pulitzer © Hotel Pulitzer Barcelona

Además de las terrazas de los hoteles mencionados (la del Monument Hotel o del Mandarin Oriental Barcelona), existen muchas más. Son muy agradables las del Hotel Pulitzer BarcelonaThe Hoxton, Poblenou; el Ohla Eixample o la del Hotel Almanac, estos dos últimos con una Llave MICHELIN. En ellas se pueden disfrutar de vistas a la ciudad, cócteles elaborados por profesionales bartender, una carta de picoteo correcta y, en función de los días, música. 

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3. Días de Mercado

Captar la esencia de una ciudad y su gastronomía empieza por la visita a sus mercados municipales, indicador de lo que se cuece en sus fogones. En Barcelona existe un total de treinta y nueve; imposible verlos todos si nuestro tiempo es limitado. Para acotar la agenda, recomendamos dos: La Boqueria y Sant Antoni, donde podemos parar a desayunar, tapear o comer algo informal.

Entrada del Mercat de la Boqueria © Pgiam/iStock

Entrada del Mercat de la Boqueria © Pgiam/iStock

La Boqueria, uno de los más emblemáticos de Barcelona, ocupa el espacio donde se alzaba el antiguo convento de Sant Josep, por lo que es fácil encontrarlo en las guías turísticas bajo este nombre. Entre sus pórticos, se localiza DIRECTE Boqueria, un minúsculo espacio con una propuesta a caballo entre la cultura catalana y asiática.

A su vez, el Mercat de Sant Antoni ha sido recientemente remodelado y es uno de los más grandes de la ciudad. Podemos encontrar desde producto fresco hasta ropa o libros. A tan solo unas calles, se encuentra la antigua fábrica de cervezas Moritz, que acoge el espacio y cocina de los restaurantes de Jordi Vilá, al kostat y Alkimia, este último con una Estrella MICHELIN. Ambos son dos sugerencias para abordar el recetario catalán desde puntos de vista diferentes.

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4. Aire marino

Son varias las playas que dibujan la costa barcelonesa, muchas con duchas, locales donde comer o tomar algo, oferta de actividades o servicio de alquiler de tumbonas.

Playa de Sant Sebastià, en Barcelona © querbeet/iStock

Playa de Sant Sebastià, en Barcelona © querbeet/iStock

Si queremos disfrutar de actividades deportivas o acuáticas, la recomendación es la de la zona Mar Bella o Nova Icària. Si buscamos alquiler de tumbonas o sombrillas, Bogatell, Llevant o Somorrostro. Si vais acompañados de personas mayores o con movilidad reducida, las más accesibles son Sant Sebastià o la Nova Mar Bella. En cualquiera de ellas podemos escapar del calor de verano y refrescarnos con un baño.

5. Ruta gastronómica

Estamos ante una ciudad eminentemente gastronómica con veintiocho restaurantes con Estrella MICHELIN; diecisiete Bib Gourmand y sesenta y seis Recomendados, además de dos establecimientos galardonados con la Estrella Verde. No es fácil escoger. Entre todos ellos, figuran algunos de los cocineros más mediáticos, como es el caso de Jordi Cruz, los hermanos Torres o Albert Adrià. Los dos primeros con proyectos galardonados con tres Estrellas MICHELIN (ABaC y Cocina Hermanos Torres), y el último (Enigma), con una. Cada uno de ellos, en su estilo, aborda la cocina desde un punto de vista creativo, vanguardista.

Uno de los platos del restaurante © Disfrutar

Uno de los platos del restaurante © Disfrutar

Existen clásicos que son imprescindibles, como el Via Veneto, de la familia Monje. Ostenta una Estrella MICHELIN y ha convertido en icónico su Pato asado en su propio jugo “a la presse” en dos servicios. Un establecimiento ineludible por su concepción culinaria y sus sorprendentes elaboraciones es Disfrutar, considerado uno de los mejores restaurantes del mundo y reconocido con tres Estrellas. No hay que perderse tampoco los que aún siendo fieles al recetario tradicional catalán y al producto local ofrecen su propia interpretación, como son Hisop y Aürt, ambos con una Estrella MICHELIN, o Pur, que aparece como Recomendado en la Guía.

Si vuestras preferencias apuntan a Asia, un par de opciones: Koy Shunka (Hideki Matsuhisa) y Dos Palillos (Albert Raurich), los dos con una Estrella. Y para los que busquéis precios más moderados, existen opciones con una gran cocina como las que encontramos en GrescaSuculentUltramarinos MarínVirensImprevisto o Avenir, por citar tan solo algunos ejemplos. Si preferís propuestas temáticas, en La Tartarería están especializados en steak tartar de todo tipo, y en Fishølogy, en el tratamiento del pescado con diferentes técnicas.

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6. Música, cine y teatro

La época estival es propicia para la organización de diversos espectáculos al aire libre, con lo que no será difícil encontrar un plan que nos encaje. No obstante, si os gusta la música, no debéis perderos la visita a lugares tan emblemáticos como el Gran Teatre del Liceu o el Palau de la Música Catalana. También ten en cuenta que la oferta cultural se multiplica durante el verano con la organización de la 48ª edición del Grec en los que una cincuentena de espacios de Barcelona ofrecen obras de teatro, performances, conciertos y experiencias artísticas singulares. Podéis consultar su programa en su página web: https://www.barcelona.cat/grec/es

Detalle de la fachada del Palau de la Música © Boris_Zec/iStock

Detalle de la fachada del Palau de la Música © Boris_Zec/iStock

Para quienes buscan variedad, las Noches Mágicas 2024 presentan actuaciones musicales de géneros que van desde jazz y flamenco hasta pop clásico y moderno, en la terraza de la ya mencionada Casa Batlló. En otro recinto emblemático de la ciudad, el Poble Espayol —un espacio que representa calles, plazas y lugares característicos de toda España— es el escenario de las Noches en Vivo, un evento que del 31 de julio al 1 de septiembre recibe más de 30 conciertos de blues, rock, pop y rumba. Tampoco hay que perder de vista Les Nits de Barcelona en los jardines del Palau de Pedralbes, con una interesante oferta musical, teatral y gastronómica.

Los amantes del jazz podrán disfrutar de conciertos gratuitos, clases magistrales, conferencias o encuentros con artistas desde el 18 de julio hasta el 20 de diciembre de este año gracias a la celebración del Festival de Jazz Barcelona 2024 en diferentes espacios de la ciudad. Otro festival, esta vez clásico, es el Bachcelona, centrado en la figura y música de Bach, con actividades que van más allá del formato concierto y donde se fomenta la interacción artística con disciplinas como el teatro, la danza, el cine o las artes plásticas. Se celebra del 11 al 21 de julio. Podéis consultar la información en https://www.bachcelona.com/es/.

En cuanto a cine, se puede disfrutar de proyecciones al aire libre en la Sala Montjuïc (del 28 de junio hasta el 2 de agosto) o en la playa de Sant Sebastià (del 1 de julio hasta el 8 de agosto).

7. Rincones singulares

Las redes sociales y el cine pusieron en el mapa los bunkers del Carmel, a 5 km del centro de Barcelona, en el Turó de la Rovira. Desde este rincón se observa una de las mejores vistas de la ciudad. Su interés, además, reside en que acogió los cañones antiaéreos durante la Guerra Civil española. Sin embargo, suele estar bastante concurrido, así que una alternativa más tranquila, con vistas panorámicas, es la zona más alta de la avenida Tibidabo, donde existe una serie de locales en los que tomar una copa y escuchar música, sobre todo cuando hace buen tiempo. Otro espacio singular es el recinto modernista del Hospital de Sant Pau, obra del arquitecto Lluís Doménech i Montaner, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.

8. Espacios verdes

Tomar un respiro entre el trajín frenético del asfalto, es posible. Y en la época estival, más. El parque de la Ciudadela, junto al emblemático Arc de Triomf; el Park Güell, de Antoni Gaudí, o la montaña de Montjuïc son pequeños reductos naturales destinados a ello.

Vista del Park Güell © Gatsi/iStock

Vista del Park Güell © Gatsi/iStock

El parque de la Ciudadela fue el primer parque urbano de la ciudad e incluye diversos monumentos. Si venimos de un paseo largo, podemos descansar y organizar un pícnic a la sombra de cualquiera de sus árboles o pasear en barca por el lago. El Park Güellconsta de 17 hectáreas, es obra del arquitecto Antoni Gaudí y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

La montaña de Montjuïc acoge algunas de las instalaciones que formaron parte de los Juegos Olímpicos de 1992, diversos jardines, un castillo y es sede de múltiples escenarios culturales. El suave ascenso hasta su cima empezaría en Plaza España, donde se sitúan la Fuente Mágica y las Cascadas, que ofrecen un espectáculo de luz y música durante el fin de semana. El Poble Espanyol también se encuentra en el recorrido.

9. De compras

Passeig de Gràcia es la avenida de las compras de lujo de la Barcelona por antonomasia. Carolina Herrera, Chanel o Loewe son tan solo algunas de las firmas que lucen sus diseños en los escaparates. En paralelo, está la calle Girona donde encontrar algunos outlets.

Surtido de quesos maridados con tres tipos de vino © yagmradam/iStock

Surtido de quesos maridados con tres tipos de vino © yagmradam/iStock

Pero si lo que buscáis es producto local, acercaos a los mercados o a los comercios especializados como, por ejemplo, Vila Viniteca o el Celler de Gelida. Sus catálogos están centrados, principalmente, en los vinos, pero en el caso de Vila Viniteca también hallaréis quesos, embutidos o chocolates, entre otras delicatessen.

10. La ciudad en bici

Barcelona dispone de casi 200 km de carril bici, con lo que es un vehículo ideal, además de sostenible, para visitar la ciudad durante la época estival. Quienes no dispongan de una propia, pueden utilizar las de alquiler, mediante la app Smou, disponibles en los numerosos puntos de Bicing repartidos por las calles de la capital catalana. Una de las ventajas es que muchos de estos puntos están ubicados en las zonas más turísticas, con lo que es fácil aparcar la bicicleta cuando nos interese caminar o entrar en algún edificio emblemático o restaurante. También existen zonas de aparcamiento específico, ya sea en estaciones de metro, por ejemplo el de Plaça del Centre (L3), o en locales como la primera planta de La Boqueria (con vigilancia 24 horas). Además, determinados restaurantes o bien cuentan con un servicio de guardarropía donde dejar nuestras bicis plegables, como BaLó, o de una terraza donde vigilar nuestro vehículo, como Dos Palillos o Cruix, los tres establecimientos con una interesante oferta gastronómica.

El Eco Boutique Hostal Grau ofrece bicicletas en su recepción para los huéspedes © Eco Boutique Hostal Grau

El Eco Boutique Hostal Grau ofrece bicicletas en su recepción para los huéspedes © Eco Boutique Hostal Grau

Otra opción de alquiler es la que ofrecen algunos hoteles. El Eco Boutique Hostal Grau o Kimpton Vividora Hotel, por ejemplo, disponen de bicicletas para sus clientes. Descubre más sobre los establecimientos a dónde ir sobre dos ruedas.

ARTÍCULO PUBLICADO EN EL MAGAZINE DE LA GUÍA MICHELIN.