¿Qué opina la hostelería catalana del cierre de elBarri?

Tal y como avanzaba ayer  7Caníbales, Albert Adrià y los hermanos Iglesias han decidido emprender caminos por separado. Hablamos con Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració de Barcelona sobre la situación actual de la hostelería, el goteo constante de cierres y lo que supone la noticia al sector de la restauración y con tres chefs para conocer su opinión.

La noticia hacía tiempo que corría por los mentideros del sector, elBarri, alianza entre Albert Adrià y los hermanos Iglesias, vivía un momento complicado en el que los movimientos de personal, el silencio de sus integrantes y el cierre sine die de todos sus locales extrañaba a sus seguidores. Sin embargo, todo permanecía en un discreto segundo plano y nadie se quería aventurar a dar más información hasta que lo oficial sustituyera a lo oficioso. Ayer, cuando la rumorología pasaba a papeles y las sospechas a confirmación, nuestro medio publicaba la noticia: “ElBarri, el modelo que ha revolucionado el turismo gastronómico en Barcelona en la última década no volverá a abrir como se conocía, con ese diálogo entre los cinco locales que lo configuraban: Tickets, Bodega 1900, Hoja Santa, Pakta y Enigma. La aventura de elBarri termina. En estos momentos la intención es que alguno, como Hoja Santa, dirigido por Paco Méndez, reabra con un formato continuista, y otros transformados, como el actual Tickets”, avanzaban ayer en exclusiva los periodistas Benjamín Lana y Félix L. Rivadulla.

Sobre la noticia ha trascendido, además, la existencia de un concurso de acreedores y una deuda que se calcula en ocho millones de euros. Como era de esperar la información ha tenido una gran repercusión no solo en la hostelería y medios de comunicación de nuestro país sino también en el panorama internacional. Así de potente es el apellido Adrià.

Para hablar de este impacto, contactamos con Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració de Barcelona “Es la peor de las noticias porque constata lo que ya hace muchos meses estamos avisando al gobierno de la Generalitat. Y él continua mirando hacia otro lado. Constata que el empobrecimiento es un hecho, que una de nuestras principales industrias está en una situación agónica, que Barcelona tiene una crisis sistémica importante, que requiere una acción urgente para protegerla -porque esta crisis está golpeando con más dureza la ciudad de Barcelona- y constata la pérdida de musculatura empresarial en un sector que es esencial en nuestra ciudad y economía.” explica Pallarols. Y añade “Cuando ves establecimientos de estas características -que son los que acaban teniendo impacto público- es fácil llegar a la conclusión de que es la punta del iceberg, de que se está destruyendo toda una industria donde se está discriminando no solo a los que llevan décadas de oficio sino también a los que han puesto la gastronomía barcelonesa en el mapa mundial. Por tanto, creo que es la constatación de una crisis muy profunda y de un problema muy serio en Barcelona. Barcelona se ha quedado huérfana con la desaparición de lo que los Adrià y los Iglesias han supuesto a la historia de nuestra ciudad y de nuestro país”, declara. “Se ha puesto en duda uno de los capitales de nuestro atractivo porque una de las cosas que ha caracterizado a Barcelona en uno de sus procesos de internacionalización es que gran parte de su atractivo lo ha ofrecido nuestra puntera y bienvalorada industria gastronómica. Y personas como los Adrià la han posicionado a nivel mundial, por lo que yo diría que Barcelona brilla menos de lo que ya brillaba y constata que es imprescindible un cambio de rumbo de manera inmediata con dos objetivos. El primero es proteger el máximo volumen de empresas de restauración. La reactivación solo será posible si hay musculatura empresarial y esta crisis está devorando las empresas. También constata que hemos de tener en cuenta el riesgo de perder liderazgo gastronómico, el que la ciudad ha conseguido con nombres tan importantes como los Adrià. Y esto es más que evidente con el cierre anunciado. El cierre significa que, en Barcelona, estamos haciendo un recorrido inverso, es decir, no hacia el éxito sino hacia la irrelevancia, por tanto es una muy mala noticia”, lamenta Pallerols.

El Gremi insiste en que la noticia no es solo negativa “por lo que significa que un negocio cierre y para sus trabajadores afectados, sino por la propia imagen y reputación de nuestra gastronomía y nuestra ciudad a nivel internacional”. Y vaticina, “Constata que los diferentes gobiernos o toman conciencia inmediata de la seriedad de la crisis económica y de que no podemos permitir que por las decisiones que se toman o se dejan de tomar se continúe devorando los principales actores económicos de la ciudad, o entraremos en una crisis sistemática y duradera en el tiempo, dejando a Barcelona fuera de la competición y por tanto, no estando en condiciones de participar en esta feroz lucha que habrá los próximos meses con nuestros principales competidores”.

La voz de la hostelería barcelonesa tampoco se ha hecho esperar y los chefs con los que hemos hablado coinciden en lamentar el cierre de una serie de restaurantes que ya se habían convertido en referentes y en un motor turístico importante para la ciudad.

“El lugar donde he sido más feliz en los últimos años ha sido el Tickets. Así que, para mí, que el Tickets deje de trabajar es una noticia terrible. Por otro lado, es una cosa que más o menos podíamos intuir porque este modelo de restaurantes que solo trabajan por la noche, por las restricciones, era imposible de soportar. La desgracia es que estamos en un país rico con recursos pobres. Y estos restaurantes, como tantos, no habrían cerrado si esto hubiera funcionado un poco como un Estado serio que da ayudas para que, como mínimo, se puedan pasar estos meses con otras condiciones. Un restaurante o un grupo de restaurantes no es un hotel enorme por tanto, sin ingresos es muy difícil de soportar. Yo para mí, es una noticia trágica; para la ciudad, es terrible porque pierde de golpe cuatro restaurantes que eran una referencia internacional. Y yo, personalmente, que estoy hablando con Albert, me han quitado un trozo de vida porque parte de mi felicidad estaba ligada al Tickets. Es una gran tristeza”, apunta Fermí Puig.

Por su lado, Carles Abellan afirma, “Es una pena, por todo el esfuerzo que Albert había dedicado a este proyecto y porque era un verdadero buque insignia para la restauración de la ciudad, pero la verdad es que no me ha sorprendido. Llevamos más de un año con este tipo de restaurantes, con un nivel alto y con un cliente mayoritariamente extranjero, cerrados. Y, además, tal y como se ha gestionado el tema de ayudas e impuestos, que se nos han seguido reclamando como si tuviésemos una actividad normal, este caso no va a ser último”.

Para Albert Raurich, “Con este cierre sale perdiendo Barcelona. Salimos perdiendo todos, la gastronomía en general. Perdemos en riqueza cultural, laboral, económica…; perdemos prestigio. Es un drama que una empresa que tenía beneficios y daba trabajo a 230 personas tenga que acabar así. Para mí, es la demostración de lo mal que se ha gestionado esta situación por parte de las administraciones. En otros lugares se ha apoyado a la hostelería, aquí, en cambio, se nos ha dejado solos”.

Publicado en la revista 7Caníbales

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