El año pasado avanzábamos el fichaje de Carles Gaig para Torre del Remei, el palacete de Bolvir (Cerdanya) que regenta hoteles Mercer. Ahora, tras 24 meses de reformas, reabre sus puertas con 24 habitaciones y suites, una decoración definida como “lujo discreto”, un jardín de tres hectáreas con árboles centenarios, piscina exterior climatizada y un espacio gastronómico con Carles Gaig entre fogones y Fina Navarro, en sala.
Quizás el timing no era el esperado y el efecto covid-19 tampoco ha ayudado a que las obras de reforma de la Torre del Remei estuvieran en las fechas previstas. Pero no nos rasguemos las vestiduras, recordemos que el palacio modernista tardó cinco años en construirse y que lo bueno se hace esperar.
La cocina tradicional que tanto ha defendido Carles Gaig a lo largo de su trayectoria, podrá disfrutarse desde ya en este espacio. Y como no podía ser de otra manera, en su carta encontraremos, desde su mítico Canelón con crema de trufa hasta el arroz de pichón con setas de Burdeos. Tal y como explican desde Mercer Hoteles, el chef, a su vez también “rescata platos de hace más de 20 años, –cuando aún estaba en Horta– como el parmentier de pistachos y caviar”. Y añaden “Es capaz de poner en sus sugerencias del día unos ‘macarrones de cardenal’ sacados del libro de cocina La cuinera catalana, de 1835″. A lo que el chef apunta “Para avanzar, hay que mirar al pasado”. En la carta, como no podía ser de otra manera, se incorporarán productos locales.
Desde la propiedad explican que la Torre del Remei era el lugar donde Carles y Fina pasaron las primeras vacaciones de pareja y que para ellos es un lugar especial y “único en el Pirineo”. De hecho, los Gaig cuentan con casa en la zona con lo que la distancia con su nuevo lugar de trabajo no será ningún problema.
Según informan desde el hotel, el paisaje permite actividades como esquí, excursiones con raquetas de nieve, senderismo, escalada, rafting, caza, quad o vuelo sin motor. También paseos a caballo o en globo aerostático por los valles y montañas de los Pirineos o rutas románicas por los pueblos más pintorescos de la comarca. Hay bicicletas gratuitas para paseos y dentro del hotel se pueden organizar masajes, sesiones de yoga o pilates.
Este año que se prevé con pocas incursiones al extranjero durante las vacaciones, sería una buena oportunidad para conocerlo.