Hasta llegar a buen puerto, Julen Bergantiños ha tenido que surfear unas cuantas olas. La primera, la más conocida en el sector, la falta de personal. La segunda, el retraso en la recepción de mobiliario, menaje y otros aspectos.
Hasta llegar a buen puerto, Julen Bergantiños ha tenido que surfear unas cuantas olas. La primera, la más conocida en el sector, la falta de personal. La segunda, el retraso en la recepción de mobiliario, menaje y otros aspectos.